Yuyarina – Recordar

Recordar: del latin re-cordis que significa pasar por el corazón.

Escrito por: Melanie Simbaña.  

Hace poco tiempo, algo extraordinario sucedió, no había explicación, un tsunami de color verde inundaba la región, reporteres y testiges no lo podían creer, eran cientos, eran miles de brillantes brujas y fuertes guerreras, -¡qué extraño!-, parecían extintas, se creía que estaban dormidas, pero la mayoría se equivocaría. Estaban atentas e inquietas, listas para empezar una revuelta y demostrar los cientos de años que llevaban en resistencia. 

Varias de ellas desembarcaron en la facultad de Ciencias Sociales, y pensaron que le hace falta un poco de color verde, empezaron a llenar las aulas de muchas mentes, de muchas historias y de muchos sentires, habían creado una materia por la ley de interrupción del embarazo, era la materia del Aborto, era el respiro feminista que tanto hacía falta, era el espacio que tal vez no creyeron que trastocaría la consciencia de muches y muchas de nosotras. 

Entonces, empezó el viaje sin retorno, estas cinco brujas se conectaron con otras, y quienes acudíamos a sus rituales empezamos a encontrarnos en la escucha y el acompañamiento, hablamos con las pioneras, abrazamos a las hijas de las ancestras, observamos con amor las señas de fuego de las sordas y danzamos en el arcoíris de las disidencias, sin darnos cuenta, se había formado un aquelarre de esos que emanan chispas de coraje. 

Y el aula se inundó de un brillo singular, similar al brillo en los ojos de un gato curioso, nos empezamos a preguntar, ¿Cómo nos interpela el embrujo de la materia? Y de repente, en frente nuestro se abría en abanico espiralado los recuerdos que convierten en cuestión lo que hemos vivido, de dónde venimos, qué caminos recorrimos y que logró el sistema y el patriarcado conmigo, en mi historia y en mi cotidianidad. De repente, nos encontramos muchas veces, primero atacándonos a nosotras mismas desde la culpa, antes de despertar y cuando lo logramos, direccionamos la rabia y la convertimos en cosmopolitica frente al macho, al sistema y a los opresores. 

Que maravillosa es la magia de la circularidad, de la reciprocidad, el hechizo surtió efecto, nos cubrieron los mantos tejidos de la consciencia y de la decisión y volamos libres y al viento tomadas de la mano, trascendimos nuestras vivencias, territorialidades y particularidades para hacer comunidad, para hacer manada y de allí surgimos transformadas.  

Había sido un largo y hermoso proceso, al final todas las brujas aprendices tenían que agruparse y crear nuevos hechizos y presentarlos a toda la comunidad, para ello, se armó un festival. Todas se reunieron a pensar y a fraguar algo original, por allí, cinco de ellas, pensaron que era buena idea convertir cada espacio en blanco en un sitio para transmitir los mensajes de resistencia y las injusticias cometidas sobre nuestras cuerpas. Salíamos a la noche, sobrevolábamos la ciudad y empezamos a inundar de consignas verdes esos espacios que nos querían negar, fuimos a incomodar, fuimos a escribir lo que todo el mundo quiere ocultar. 

Y es que para las brujas, no hay nada intocable, miles de años nos han querido mantener encerradas y calladas, pero como el tsunami libero amarras, salimos miles y no dejaremos nada intacto, ni los templos gigantescos de mármol habitados por horrendos monstruos de sal, ni los grandes salones donde se reúnen a conspirar para dominar, ni los hogares, ni las calles, ni las escuelas, ni las universidades, porque en cada espacio y en cada sitio, esa hermandad se plantó y echó raíces profundas. 

Esas raíces van recorriendo y sanando, se van extendiendo y floreciendo, en sus diversas formas y colores, en cada rincón del mundo, en cada pedacito escondido y es así como todo lo que partió del yuyarina, es decir, del recordar, nos hizo divisar como se alcanza a romper con las paredes de un aula, con el hermetismo de la enseñanza clásica, con todo lo que parece escrito en piedra, y aunque por ahora, las brujas estemos confinadas y quieran replantar maleza y violencia, nosotras no dejaremos de estar despiertas, nosotras no dejaremos de dar pelea. 

Porque si de algo estamos seguras y segures, es de que el hechizo una vez lanzado, solo espera al tiempo para ser completado.  

LAS PERRAS DICEN

Camila Pizzia, Julieta Lopinto, Magy Meyerhoff, Morena Ramos y Melanie Simbaña.